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Tergiversar y alterar el Corán en su significado común incluye cualquier daño, agregado o cambio de lugar de sus palabras y contextos.
Los sabios mencionaron numerosas razones para la inexistencia de cambios y alteraciones en el Corán, que nosotros sólo mencionamos algunos de estos argumentos racionales:
1. El Corán desde el momento de su descenso tuvo especialidades, tales como orden clara, compatibilidad entre las aleyas, noticias ocultas y otras, y aun cuenta con estas especialidades, e incluso nadie ha podido presentar ni siquiera una sura como las que contiene. Entonces no existe ninguna diferencia entre el Corán de 14 siglos atrás con el Corán actual.
2. Si una religión quiere ser la última religión, primero: deberá ser completa (contraria a las religiones que no eran el sello de las religiones que eran incompletas); y segundo: no haber sufrido durante lo largo de su historia ninguna alteración ni tergiversación. Con la falta de cada una de estas dos especialidades el intelecto dirá “está no es el sello de las religiones”. Claro está deberá ponerse atención en que en el asuntó más evidente de la religión en el cual no debe introducirse ningún cambio ni alteración, es el Libro de esa religión. Entonces decimos que el Corán es el Libro del Islam, y también el Islam es el sello de las religiones. Por lo tanto el Corán es el Libro de la última religión, y puesto que es el Libro del sello de las religiones deberá estar inmune de cualquier cambio y alteración. En conclusión el Corán está inmune de cualquier alteración y tergiversación.
3. El Corán es el Libro que los musulmanes utilizaron siempre en las oraciones, en las mezquitas, en las casas, en los campos de guerra, cuando enfrentaban a los enemigos y para argumentar por la veracidad de la religión, y nunca se alejaron de él, por lo que una presencia así, no permitió su alteración.
4. Si alguien desacuerda en la calidad de la compilación de todo el Corán en forma de un agregado y en su forma actual que es la misma que tenía en la época del Profeta (s.a.w.), pero no duda en que fuese agregada o disminuida palabra alguna en este Libro; puesto que desde ésa época hasta hoy día los musulmanes dieron gran importancia al aprendizaje y a la memorización de éste. Los memorizadores y recitadores así como los maestros del Corán en la época del gran Profeta (s.a.w.) eran tan numerosos que sólo en el suceso del “pozo Ma’ûnah” aproximadamente 70 personas de entre ellos fueron martirizados.[i] En las épocas posteriores al Profeta (s.a.w.) hasta hoy día en todos los países islámicos existió siempre un gran grupo de memorizadores, recitadores y maestros de Corán, que con esta descripción no podía existir ni siquiera la posibilidad de ninguna alteración.
5. Los historiadores registraron hasta 43 personas como el número de los “escribas de la revelación” en la época del gran Profeta (s.a.w.). Entonces el Libro que tuvo este gran número de escribas era imposible que los alteradores pudiesen meter mano en él.
6. La invitación de todos los líderes del Islam realizada a través de una misma palabra, donde invitaba a la gente a recitar, analizar y actuar según este mismo Corán existente, muestra que este Libro Celestial se mantuvo en forma de una compilación virgen durante todos los siglos, así como lo hizo durante los primeros siglos del Islam.
Los cambios y las alteraciones en los Libros Celestiales es uno de los asuntos más prevalecientes que ocurrió en las religiones Divinas, en tal forma que uno de los propósitos de la misión de los nuevos Profetas fue luchar contra este tipo de alteraciones en la religión.[1] Pero el rango del Islam, como la última y el sello de las religiones, se encuentra lejos de cualquier cambio y alteración.
Esta pregunta que “¿cómo podemos estar seguros que el Corán durante 14 siglos no fue tergiversado?” Es posible explicarla con diversos fundamentos, puesto que esta pregunta se creó en la mente de este honorable cuestionador por los largos años transcurridos.
La respuesta a esta pregunta es posible explicarla en dos campos, dentro de la religión y fuera de ésta. Aquí no mencionamos ninguna indicación de las aleyas y numerosas narraciones existentes de los Inmaculados Imâmes (a.s.) en este campo, que comprueban claramente que el Corán no fue tergiversado ni alterado, sino que sólo nos limitamos a contestar desde la perspectiva interna de la religión.
Primera razón, el milagro del Corán:
El fallecido gran sabio Tabâtabâî, argumentó basándose en que el milagro del Corán es la imposibilidad de cualquier cambio o alteración en el Libro Sagrado. El dijo: “Una de las necesidades de la historia es que 14 siglos atrás vino un Profeta llamado Muhammad (s.a.w.) y presentó un Libro llamado Corán para guiar a la gente, y este fue su milagro eterno”. El Corán desde el inicio del Islam tuvo especialidades que mostraban ser un milagro y con esas mismas especialidades desafiaba a sus enemigos y oponentes. Así también en la historia está registrado que al inicio del Islam ninguno de los oponentes pudo inclusive presentar una sura similar a la sura más pequeña del Corán, con esas mismas especialidades.
El Corán que hoy día se encuentra en nuestras manos, es un libro que posee un orden claro y maravilloso, sin ninguna discordancia u otros. Es decir cuenta con todas las especialidades que contó 14 siglos atrás, y hasta hoy día nadie pudo presentar inclusive una sura similar a las que contiene (en la composición de sus palabras, orden entre las aleyas y compatibilidad entre ellas…). En conclusión este Corán es el mismo Corán de 14 siglos atrás; puesto que si hubiese sido alterado, carecería de los atributos que tenía.[2] Si la humanidad tuviese el poder para presentar inclusive una sura similar a una de las suras pequeñas del Corán, los politeístas árabes en el inicio del Islam la hubiesen presentado, puesto que ellos eran preeminentes en la elocuencia, la oratoria, el arabismo, la poesía, la alocución y, definitivamente, más capacitados que los demás en este campo. Así pues tomando en cuenta la enemistad que tenían hacia el Islam y para enfrentar la nueva religión no era necesario que se esforzaban fuertemente, ya que tomando en cuenta el desafío del Corán (es decir la invitación al enfrentamiento y la oposición respecto a la presentación de aunque fuese una sura), hubiese sido suficiente con presentar una sura para destruir a la nueva religión. Tal y como los enemigos del Islam se esforzaron fuertemente en este campo, pero no pudieron lograrlo. Puesto que Dios dice: «Di: Si los hombres y los genios se juntasen para traer un Corán como éste no podrían traerlo aun que se ayudasen unos a otros».[3]
Otro de los desafíos del Corán es el desafío de la inexistencia de desacuerdo que dijo: «¿Acaso no meditan el Corán? Si procediera de otro distinto que Dios, sin duda, habrían encontrado en él abundantes contradicciones».[4]. En las aleyas coránicas con las que contamos hoy día, no podemos encontrar ninguna discrepancia.[5]
Así también todos los diversos atributos que escuchamos fueron descendidos al Profeta respecto al Corán, tales como las noticias ocultas, la historia de los Profetas, la sabiduría y recitación Divina y otras, pueden observarse perfectamente en el Corán actual.[6]
Segunda razón:
Esta razón está compuesta de varias introducciones:
1. La religión revelada es una serie de asuntos que por parte de Dios fue enviada para guiar a la humanidad a través de los Profetas.
2. Cada religión revelada antes de la última de éstas (el Islam), conformaba con las demandas de su época, parte de los preceptos de la religión perfecta (religión ante Dios) fueron enviados para guiar a la humanidad.
3. La filosofía del número de las religiones reveladas, además de presentar las nuevas órdenes de esa religión perfecta (religión ante Dios) era corregir parte de la legislación anterior que había sido alterada y tergiversada.
4. La sucesión de las religiones Divinas llega a su término y el Islam aparece en forma del sello de las religiones, puesto que:
Primero: es completa, en tal forma que no queda por mencionar ningún asunto de guía, y sólo comprende lo mencionado en la religión.
Segundo: esta religión durante el resto de la historia se encuentra inmune de cualquier alteración y cambio. En caso de carecer de uno de estos dos asuntos (que sea completa e inmune de cualquier alteración), el intelecto dirá “esta religión todavía no es la última”.
Poniendo atención en esta introducción, se deduce que “el sello de las religiones es inmune de cualquier alteración”.[7] Y esto significa que su Libro (fuente principal y sin igual de esa religión) deberá ser inmune de cualquier alteración siendo ésta una condición necesaria de la inmunidad de la religión.[8]
Entonces hasta aquí esta sublimidad razonable fue comprobada que el Libro de la última religión es inmune de cualquier alteración. Y si esta sublimidad razonable la colocamos junto a la conclusión de las dos otras introducciones, (a) el Corán es el Libro del Islam; (b) la religión del Islam es el sello de las religiones, se concluye que el Corán es el Libro de la última religión e inmune de cualquier alteración y cambio.[9]
Fundamentalmente después de aceptar que el Profeta (s.a.w.) es el sello de la profecía, que la religión del Islam es al última religión Divina y que la misión del Corán quedará estable hasta el fin del mundo ¿cómo puede aceptarse que Dios no protegiera a este único documento del Islam (el Corán) y al sello de los Profetas? Entonces la eternidad del Islam durante miles de años y hasta el fin del mundo significa que el Corán no ha sido alterado, de lo contrario no sería eterno.
Tercera razón:
Si ponemos atención en este asunto que el Corán fue todo para los musulmanes, fue la constitución, las instrucciones de la vida, el programa de gobierno, el Libro Sagrado Celestial y el secreto de la adoración se evidencia que fundamentalmente no era posible agregarle o restarle algo.
El Corán fue el Libro que los primeros musulmanes utilizaron siempre en las oraciones, en las mezquitas, en las casas, en los campos de guerra, cuando enfrentaban a los enemigos y para argumentar por la veracidad de la religión. Inclusive de la historia del Islam se deduce que en pago de la dote enseñaban el Corán a las mujeres. Básicamente el único Libro que era tema de discusión en todas las reuniones y familiarizaba a los niños desde el inicio de su vida, y aquel que quisiese aprender algo del Islam, se lo enseñaban, fue ese mismo Generoso Corán. ¿Acaso con una situación así alguien acepta la posibilidad que suceda algún cambio en este Libro Celestial?[10]
Cuarta razón:
En la época del mismo Profeta (s.a.w.) el Corán fue compilado en forma de un agregado, en la misma forma actual.[11] Si alguien rechaza esto deberá saber que la diferencia de opiniones respecto al orden de las suras, no dudan en que el Corán haya sufrido agregados ni disminuidos; puesto que los musulmanes prestaban gran importancia en su aprendizaje y memorización, y básicamente la personalidad de las personas en esa época hasta cierto punto era reconocida por el grado que habían memorizado del Corán.
El número de los memorizadores del Corán era tan elevado que en la historia leemos que una de las guerras ocurridas durante el califato de Abu Bakr 400 memorizadores del Corán fueron asesinados.[12]
En el suceso del “pozo Ma’ûnah” (en una de las poblaciones cerca de Medina) y en la batalla que ocurrió en esa región durante la vida del Profeta (s.a.w.) leemos que un gran grupo de memorizadores del Corán de los compañeros cercanos del Profeta (s.a.w.) aproximadamente 70 personas fueron martirizados. [13]
De todo esto se evidencia que los memorizadores, recitadores y maestros del Corán eran tan numerosos que sólo en un campo de batalla este número fueron martirizados.
El Corán no fue un Libro abandonado en un rincón de la casa o de la mezquita en el que el polvo del olvido lo hubiese cubierto para que alguien pudiese menguarle o agregarle algo.
El asunto de la memorización del Corán como una tradición y una gran adoración existió y existe entre los musulmanes. Inclusive después de que el Corán fue publicado en forma de libro y propagado en todo lugar, e inclusive después del surgimiento de la industria de la impresa provocó que este Libro fuese el libro de mayor tiraje y publicación en los países islámicos. Todavía así el asunto de la memorización del Corán en forma de una tradición antigua y un gran orgullo mantuvo su posición en tal forma que en cualquier ciudad y país siempre ha habido un grupo de memorizadores del Corán.
En la actualidad en algunos de los países islámicos existen escuelas exclusivas para memorizar el Generoso Corán, con diversos nombres que el programa de éstas en primer lugar es el asunto de la memorización del Corán por medio de los alumnos e inclusive en algunas de estas Escuelas los maestros que enseñan a los alumnos son niños memorizadores de este Libro Sagrado.[14]
Los reportes indican que en Paquistán aproximadamente existen 1,500,000 personas memorizadoras del Corán.[15] Una de las condiciones del examen de ingreso en la Universidad Teológica Al-Azhar en Egipto es la memorización de todo el Corán, que de 40 números por lo menos deberá obtener 20 de estos[16], y otros.
En conclusión, la tradición de la memorización del Corán, desde la época del Profeta (s.a.w.) y por orden e insistencia de este mismo generoso mencionado en numerosas narraciones, continuó en todos los siglos y las épocas. Con una situación así no cabe ninguna posibilidad para la alteración del Corán.
Quinta razón:
El Profeta del Islam (s.a.w.) contaba con un gran número de escribas que anotaban la revelación. Ellos fueron 43 personas[17] que entre los más famosos se encontraban los cuatro califas, pero los más sobresalientes fueron Zaîd Ibn Zâbit y el Amîr Al-Mu’minân ‘Alî Ibn Abî Tâlib (a.s.) junto al Profeta (s.a.w.).[18]
El Libro que tuvo tantos escritores ¿cómo es posible que los alteradores puedan acercarse a éste?
Sexta razón:
La invitación de todos los líderes del Islam al Corán existente[19] muestra que este Libro Celestial se mantuvo en forma de una compilación virgen durante todos estos siglos, tal y como lo hizo en los primeros siglos del Islam.
Las palabras de ‘Alî (a.s.) en el Nahÿul Balâgah son testigos vivos de estas pretensiones. En el sermón 133 leemos: “Entre vosotros está el Libro de Dios (El Sagrado Corán). Os guía sin descanso hacia el Islam. Sus enseñanzas son como una casa que se mantuviera sobre fuertes pilares. Es fuente de un poder inherente tal que los que lo sigan nunca serán humillados o derrotados”.[20]
El sermón 176 dice: “Recordad que el Sagrado Corán es una verdad tal que nunca os engañará, una guía tal que nunca os extraviará”.[21] En este mismo sermón leemos: “Quien quiera que entre en contacto con él y tenga sinceridad de propósito al realizar este contacto, El Libro Sagrado no le dejará sin realzar sus virtudes y disminuir sus vicios”.[22] Existen numerosas explicaciones como éstas en las palabras de ‘Alî (a.s.) y demás Inmaculados Imâmes (a.s.).
¿Acaso si supusiésemos que este Libro Celestial fue alterado, existiría la posibilidad de que fuésemos invitados en esta forma hacia él, y fuese presentado en forma de un camino evidente y un medio para distinguir entre lo verdadero de lo falso, y de una luz inapagable y un lámpara que no se inclina hacia la oscuridad, y una cuerda sólida de Dios y el medio honesto y seguro de Él?[23]
Poniendo atención a las seis razones mencionadas no queda duda ni vacilación alguna en la inexistencia de cualquier tergiversación y alteración en el Generoso Corán desde el momento de su revelación hasta el día de hoy.
[1]– Makârim Shîrzî, El mensaje del Corán.
[2]– Tabâtabâî, Exegesis Al-Mîzân, t.12, pp.150 a 155, y 157.
[3]– Al-Isrā’ 17:88.
[4]– An-Nisā’ 4:82.
[5]– Para más información recurrir a: Mahdî Hâdavî Tehrânî, Mabânî Kalâmîe Iytihâd, pp.54-55.
[6]– Exegesis Al-Mîzân, traduc. al persa, t.12, pp.150-154.
[7]– Mabânî Kalâmîe Iytihâd, p.67.
[8]– Ídem.
[9]– Ídem.
[10]– Exegesis Nemunah, t.11, p.22.
[11]– Claro está respecto a la recopilación de todo el Corán existen opiniones diversas, a este respecto recurrir a: Índice: Recopilación del Corán, pregunta 71.
[12]– Muntajab Kanz ul-‘Amâl, según lo transmitido en Al-Baîân fi Tafsîr Al-Qurân, p.260.
[13]– Safinat Al-Bihâr, t.1, p.57.
[14]– A este respecto es interesante leer la biografía y las memorias del Doctor Muhammad Tabâtabâî, infante memorizador del Corán que llegó a alcanzar el grado de doctorado siendo aun un niño.
[15]– Exegesis Nemunah, t.11, p.24. Claro está este número corresponde a los años anteriores, y es natural que hoy día existe un número mayor de memorizadores en ese país.
[16]– Ídem, según lo transmitido en la Enciclopedia de Farîd Waÿdî.
[17]– Los historiadores anotaron a este número entre 14 a 43 personas
[18]– Zanÿânî Abû Abdul.lah, La historia del Corán, p.24.
[19]– Es decir analizar las palabras de los grandes líderes del Islam muestra que desde el inició del Islam todos invitaban con una misma palabra a la gente para recitar, analizar y actuar según este Corán existente.
[20]– وَ کِتَابُ اللَّهِ بَیْنَ أَظْهُرِکُمْ نَاطِقٌ لَا یَعْیَى لِسَانُهُ وَ بَیْتٌ لَا تُهْدَمُ أَرْکَانُهُ وَ عِزٌّ لَا تُهْزَمُ أَعْوَانُه.
[21]– اعْلَمُوا أَنَّ هَذَا الْقُرْآنَ هُوَ النَّاصِحُ الَّذِی لَا یَغُشُّ وَ الْهَادِی الَّذِی لَا یُضِلُّ
[22]–-اعْلَمُوا أَنَّ هَذَا الْقُرْآنَ هُوَ النَّاصِحُ الَّذِی لَا یَغُشُّ وَ الْهَادِی الَّذِی لَا یُضِلُّ
[23]– Exegesis Nemunah, t.11, pp.24-26.